Volvemos a Somo, esta vez para ir hasta el Puntal, comernos un bocata y volver. No se tarda mucho y andar por la costa, con bañitos incorporados al paseo, va muy bien. Además ver la ciudad de Santander a lo lejos es agradable y aporta una nueva visión de algo conocido.
La vuelta la podemos hacer por la otra parte de la playa que da a Somo.