La iglesia es del siglo XVII aunque la torre es de 1920.
Junto a ella hay un antiguo lavadero de ropa muy bien restaurado y conservado, dos cosas bonitas de las que disfrutar por el mismo precio.
Siempre impresiona ver los muros de piedra de estas maravillas que tenemos en Cantabria y que rara vez oímos hablar de ellos y menos aún nos acercamos a visitar.